Monumento a Obregón

Este monumento fue construido para honrar la memoria de Álvaro Obregón que fue asesinado en 1928 en un restaurante llamado "la bombilla" que se ubicaba en ese sitio.

El edificio fue diseñado por el arquitecto Enrique Aragón Echegaray y tiene un bello conjunto de esculturas de Ignacio Asúnsolo.

El día de hoy fui a caminar por Chimalistac para visitar la calle del río con sus maravillosos y muy descuidados puentes de piedra y de regreso pasamos por este parque localizado en la esquina de Insurgentes y Avenida de la Paz. Lo conozco desde niña pues ahí me llevaban a jugar y recuerdo haber visto en su interior el brazo que Obregón perdió en la tercera batalla de Celaya en 1915. Ya no está ahí, en 1998 se lo llevaron para incinerarlo.

Lo interesante fue que el vigilante -ya bastante entrado en años- nos dejó subir. Nos explicó que "el elevador no funciona pero ustedes que son jóvenes pueden subir las escaleras si llevan un celular porque no hay focos, se los han robado las personas que suben" 

Así que no desperdiciamos la oportunidad y subimos una gran cantidad de escalones en una estrecha escalera de caracol, fue muy útil la lamparita del celular porque es un lugar realmente obscuro, primero se llega a un balconcito desde donde se ve el monumento por dentro.

Pero si se sube un poco más se llega hasta el techo del edificio y la vista es maravillosa aunque se siente un poco de vértigo. 

 Al bajar el vigilante nos despidió, bromeando nos dijo que hubiéramos traído un menjurje para disfrutar aún más la vista desde la azotea. No se preocupen, no hace falta; aunque no duden traer una lámpara y una buena cámara.

Hospital de Jesús y tumba de Cortés

 En los años 50, al hacer la ampliación de la avenida Pino Suárez inició el epílogo del hospital más antiguo de América, se demolió la enfermería y se cubrió su fachada de modo que ahora pasa casi inadvertido entre los negocios que saturan la calle.

Iniciado en 1524 por Hernán Cortés en el lugar donde este se reunió con Moctezuma. Primero llamado hospital de Nuestra Señora de la Concepción después conocido como hospital del Marqués adquirió el nombre actual  debido a la fama que adquirió una imagen milagrosa donada a la iglesia del hospital por Petronila Jiménez, aún conserva los patios principales completos, una bella escalera doble, sus muros decorados, mobiliario antiguo y una copia del busto del conquistador realizada por Manuel Tolsá.

La iglesia se encuentra a un lado del edificio en la calle de República del salvador, entre Pino Suárez y 20 de noviembre y permanece completa aunque maltratada,  en 1625 cuando se inició la demolición de la catedral para empezar una construcción más fastuosa la portada de piedra de la "puerta del perdón" se vendió al convento de monjas carmelitas de San José y ahí permaneció hasta 1691 cuando encontró finalmente su lugar en la iglesia del hospital de Jesús, se encuentran también varios oleos, una bellísima escultura de la virgen del apocalípsis y murales de José Clemente Orozco con el mismo tema. También reposan los restos de Lucas Alamán, Manuel VIllar y Hernán Cortés.

Resulta muy peculiar que reposen justo aquí debido a que Cortés murió en 1527 en Sevilla y fue enterrado en el monasterio de San Isidoro del campo; por necesidad de espacio sus restos fueron reubicados a un lado del altar en la misma iglesia, en 1566 fueron traidos a la Nueva España para yacer al lado de los de una de sus hijas y su madre en Texcoco, en 1629 murió su último descendiente por vía paterna y el virrey decidió que deberían permanecer juntos así que los restos fueron exhumados para colocarlos en el templo de San Francisco frente a la plaza de Santo Domingo, en una remodelación posterior fueron reubicados en la misma iglesia, en 1794 se trasladaron a la iglesia del hospital de Jesús debido a que en uno de los varios testamentos redactados por el conquistador era esa su voluntad, se construyó un sepulcro muy lujoso y un zócalo con el busto arriba mencionado del conquistador, posteriormente Lucas Alamán decidió esconderlos pues temía que una turba con afán nacionalista los destruyera y permanecieron escondidos hasta 1946 cuando se localizaron en una de las paredes al lado del altar mayor, lugar en el que se encuentran actualmente.

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San Ángel

Sobre avenida Revolución a la altura de avenida de la Paz se encuentra el magnífico exconvento del Carmen, con su iglesia y una gran historia; casi enfrente, la casa de cultura Jaime Sabines que antaño fuera la casa de aguas de los carmelitas que proveía el líquido para regar sus hermosos huertos, pero lo que me llevó esta vez a San Ángel fue buscar en la plaza de los licenciados la portada de la capilla del Hospital Real de los Naturales en una casa que perteneció en el siglo XIX  al licenciado Montes de Oca; otro ejemplo de construcciones "viajeras". Cuando en 1930 se hizo la ampliación de la calle San Juan de Letrán, tanto el hospital como la capilla fueron destruidos aunque la portada se salvó gracias al arquitecto Vicente Mendiola que la añadió a esta casa.

 Pero en el camino para llegar a este lugar se pueden visitar otros sitios igualmente interesantes como la plaza de san Jacinto que vió pasar a tropas francesas partidiarias de Maximiliano, también hay ahí una placa para recordar a los caidos del batallón de San Patricio en la batalla de Padierna. A uno de los lados se encuentra el museo Casa del Risco, una casa del siglo XVIII que alberga la colección de arte de Isidro Fabela, varios emplomados alemanes del siglo XVI y la fuente que da nombre a la casa ya que está hecha de trozos de platos y tazas. Muy cerca de ahí  en Juárez 8 está la iglesia de San Jacinto que surgió de una de las ermitas más antiguas de la ciudad, construida en el siglo XVI por los dominicos, tiene un bello retablo, tallas de cedro y una enorme pila bautismal, en el atrio se puede observar una cruz también del siglo XVI que combina elementos cristianos y paganos, es una cruz pasionaria pero también un árbol de la vida con elementos indígenas.

Siguiendo hacia el poniente encontramos la Casa Blanca, algunos afirman que es la más antigua de la zona y que contaba con la huerta más grande del barrio después de la de los carmelitas, en su fachada ostenta un escudo de armas. Se cuenta la leyenda de que en ese lugar aparece el fantasma de doña Giomar, alguna vez su propietaria. Otras construcciones de interés son: La casa del Mayorazgo de Fagoaga mercader de plata, caballero de la Orden de Santiago, donde vivió el virrey Alonso Núñez de Haro y Peralta, la casa del Obispo Madrid que ahora es una tienda de artesanías pero que albergó a Antonio Lopez de Santa Ana, a José Zorrilla y al historiador José María Agreda y Sánchez  también está la casa de la marquesa de Sierra Nevada que destaca por su decoración de estilo mudejar.
 

Muchos son los hermosos rincones de San Angel como la plaza de los arcángeles que cuenta con tres bancas marcadas con los nombres de San Miguel, San Gabriel y San Rafael, una pequeña fuente en el centro y espesa vegetación. También me llamó la atención la gran cantidad de vírgenes y cruces en esta zona algunas de las cuales pueden verse aquí. Una visita muy recomendable, recuerde llevar zapato muy cómodo ya que las calles empedradas y las estrechas aceras dificultan el paseo.

Panteón francés de la Piedad

Este panteón se construyó en los terrenos que en el siglo XVI fueran de los condes de Miravalle quienes la conservaron hasta mediados del siglo XIX cuando los propietarios de la vecina hacienda de la Teja -Joaquín y Estanislao Flores- la adquirieron. Estos hermanos tenían el proyecto de unir la hacienda de la Condesa con la de la Teja por medio de un canal navegable que partiera de la Villa de Tacubaya y pasara por el canal que llegaba hasta Chalco aunque nunca lo empezaron. Por deudas se vendió el terreno a la familia Escandón, ellos decidieron establecer un panteón; recordemos que recién se había completado la reforma de Juárez que abolía el monopolio religioso de las inhumaciones y ellos contaban con un terreno que por su cercanía con la ciudad y la falta de panteones en la zona era óptimo para ello. La comunidad francesa siguiendo una política que apoyaba a sus compatriotas dandoles hospedaje, servicios médicos y educación entre otras cosas, encontró en este proyecto un lugar favorable para enterrar a sus integrantes por lo cual se planeó un cementerio siguiendo la distribución del famoso Pere Lachaise en Francia de ahí que al final de la calzada principal existe una bella capilla gótica.

 Los trabajos se iniciaron a finales de 1864 y en esta época ya perfilaba como uno de los lugares de reposo más elegantes y modernos, contaba con separaciones para católicos, protestantes y masones y había una zona especial para militares; actualmente existe un monumento y un osario para ellos, en la parte superior tiene una leyenda que dice "A las víctimas gloriosas del incendio de 4 de mayo de 1865" y los nombres de Jean François Scipion, Houeix de la Brousse y Auguste Schlencker, militares que perdieron de manera heróica la vida al tratar de salvar a varias personas atrapadas en un edificio en llamas. También hay un monumento dedicado a los sodados franco-mexicanos caidos en la 1era guerra mundial con los nombres y rangos de estos.

 Con el tiempo el número de mexicanos enterrados aquí fue creciendo aunque seguian siendo de familias acomodadas por lo cual los monumentos funerarios que se pueden encontrar son de gran calidad y siguiendo los modelos europeos, esto otorga  un encanto particular al lugar, podemos encontrar por ejemplo una copia fiel de La piedad de Miguel Ángel, hermosas esculturas, capillas y variados estilos en los mausoleos; sobreviven también algunos emplomados de los realizados por la compañía F.X. Zettler Munich-México quienes hicieron los vitrales interiores del hoy museo de geología de la UNAM. Algunas de estas maravillas se pueden ver aquí. Este cementerio se encuentra sobre avenida Cuauhtemoc y Viaducto, se reconoce por su entrada en cuyo arco está una inscripción que reza "Dichoso aquel que muere en el señor"

Hay que tomar en cuenta que este panteón es privado por lo que para entrar es necesario que se vaya a visitar a algún pariente ahí enterrado, otra forma de visitarlo es ir el 1 o 2 de Noviembre, ya que en estas fechas no existe tal restricción.

Axotla

Esta zona ubicada entre las avenidas Río Mixcoac, Minerva y Universidad es casi un viaje al pasado. Su nombre hace referencia a los axolotes que podemos suponer existían en este lugar debido a su cercanía con el ahora casi extinto río Magdalena. De origen prehispánico ya en un mapa de 1876 aparecía como perteneciente al marquesado de Guadalupe; esas tierras fueron fraccionadas y dieron lugar a lo que ahora se conoce como las colonias Guadalupe Inn y Florida entre otras.  Lo interesante de la zona es que conserva su traza original  y aún mantiene un poco del ambiente pueblerino.

Ahí encontramos una capilla dedicada a San Sebastián que data del siglo XVI fundada por los dominicos que conserva aún algunos elementos originales como los muros de mampostería, la portada de cantera labrada de marcada influencia indígena, un arco que separa el presbiterio del resto de la nave adornado con estilizaciones de flores y el techo con viguería, no con cúpula. Se le añadieron en el siglo XIX dos pequeñas torres y  ya no existe la barda atrial debido a la apertura de la calle Hidalgo.

El arco de entrada está bellamente labrado, hay que recordar que los habitantes de esa zona fueron conocidos por esta habilidad, Novo en su historia de Coyoacán cuenta que ellos fueron los encargados de construir el calendario del sol. En los muros de este arco se encuentran dibujados el escudo del lugar y un poema que hace referencia a un cementerio que ahí existía pero que desapareció bajo la placita que se encuentra a un lado de la iglesia. Lo que noté es que está un poco abandonada, pusieron una fuente justo enfrente de la cruz atrial y unos columpios frente al arco que estorban el paso, encontré unas imágenes de cómo estaba decorado el interior aquí y no entiendo por qué lo cambiaron por las horribles cortinas que tiene ahora, además de una fuente debajo de la imágen de san Sebastián cuyo estilo no concuerda con la estructura general .

Aún así vale la pena darse una vuelta por este lugar muy cerca del metro viveros, ya en el camino podría tambien visitarse la capilla de Panzacola, otra de las más antiguas de la zona.

Tacubaya

Se sabe por varias crónicas que uno de los primeros asentamientos aztecas y aún antes; de los tecpanecas, se dió en esta zona, debido a sus riquezas naturales ya que de aquí obtenían el agua y los materiales de construcción que necesitaban. Siguiendo un orden cronológico (aunque no muy conveniente si lo que se quiere es pasear por estos lares) tenemos la pirámide de San Pedro de los Pinos, todavía no es una zona que esté abierta al público aunque por su tamaño puede verse comódamente desde el periférico. Según el cuidador el museo de sitio y la zona arqueológica estará abierta para fines de año.

También encontraron vestigios de asentamientos prehispánicos debajo del Templo de la Asunción de santa María Nonoalco, un pequeño y curioso templo de finales del siglo XVI que se encuentra en la esquina formada por las calles Allori y F.C. de Cuernavaca. Recién lo están restaurando y debo de reconocer que impresiona encontrarse con su bello retablo en este templo casi perdido, estas colonias se han deteriorado en gran parte debido a la construcción del periférico. En el catálogo del INAH aparece que el templo ha tenido intervenciones en sus elementos arquitectónicos y decorativos porque faltan, según lo describe Jorge Enciso, "los colaterales del siglo XVII de madera tallada, dorada y policromada, pinturas al óleo, una escultura estofada de la Asunción". Por algunos documentos, se refiere la existencia de una tumba del siglo XVI, cuya construcción tiene influencia de la arquitectura árabe. Se deduce por este hecho el uso del atrio como cementerio desde el siglo XVI.

Esta zona fue naturalmente un lugar de paseo debido a su cercanía con el manantial de Chapultepec, así que en el siglo XIX estaba llena de hermosas casas de campo. Todavía se puede pasear por el Parque Lira cuya portada es de sabor neoclásico con colúmnas jónicas. Construida en el siglo XVIII la habitó en el XIX el conde de la Cortina y conserva en sus puertas la insignia del conde con la leyenda en latín que declara que la fortuna ayuda a los audaces. Junto a éste se encuentra la Casa de la Bola, de estilo barroco sobrio que en el alto muestra un medallón del siglo XVI, si quiere visitarla debe programar una cita.

Tendré que hacer otra visita a este barrio que ha sido siempre ha sido concurrido, alli se ubica el camino real de Toluca, paso obligado de los viajeros. Mi padre todavía recuerda en su infancia haber conocido un mesón en la calle de tordo.
Algunas otras maravillas se encuentran platicadas en este blog, aunque le falta mencionar que también se encuentra la casa donde murió Nahuí Ollin en la calle de General Cano y el templo de Santo Domingo del cual solo queda el atrio; es de resaltar que es el único convento dominico del siglo XVI que se conserva en la ciudad.

Iglesia de Santiago Tlatelolco.. más o menos

Esta entrada será un poco caótica, como el día que he tenido, se suponía que tomaría fotos del bello quiosco morisco de Santa María la Rivera pero están remodelando el parque, entonces me dirigí al museo de geología de la UNAM para descubrir que lo estaban cerrando, se me hizo un poco tarde debido a una mañana agitada, luego quise ir al museo del chopo sólo para descubrir que me estaba alejando de él, así que cansada regresé a casa, de camino encontré este teatro abandonado que hasta casino fué; mi suerte mejoraba.

Caminé hasta llegar al cruce de Flores Magón e Insurgentes donde se ubica una pequeña iglesia bajo la advocación de San Miguel Arcangel, comunmente conocida como San Miguel Atlampa, mi padre dice que se ve en la película de Buñuel Los olvidados aunque eso no lo he corroborado.

Resulta ser que esta pequeña iglesia fue construida en el siglo XVII y estuvo dirigida por los franciscanos, perdió el atrio debido a que construyeron las vías del tren por las que ahora pasa el suburbano. Lo que me llamó la atención es que tiene un cuadro de la virgen de San Juan de los Lagos que data de 1694. No llama particularmente la atención pero tiene su encanto.

Siguiendo por Flores Magón llegué a la plaza de las tres culturas donde se encuentra la Iglesia de Santiago Tlatelolco. En 1527 se inauguró dicha iglesia, construida con las piedras del templo mayor y se dedicó a Santiago ya que era el patrón de las tropas de Hernán Cortés, fue dirigida también por los franciscanos. A la par se construyó un hospital y colegio para jóvenes indígenas que fue toda una revolución en su época, contaba con los mejores maestros y estaba en un lugar muy importante; Tlatelolco (Han pasado tantas cosas en este lugar que merece su propia entrada así que por ahora haré mutis sobre el tema).

Al principio la iglesia era de una sóla nave pero para 1540 ya contaba con tres según lo cuenta Motolinía aunque se seguía construyendo hasta que en 1603 Fray Juan de Torquemada decide dar por terminada la obra, en 1610 la iglesia queda como la conocemos actualmente (bueno más o menos).

Durante la Reforma fue saqueada por lo que el magnífico retablo con pinturas de Echave Orio fue destruido, luego fue abandonada y usada como bodega, cuarter militar y cárcel, entre otros estuvo aquí preso Bernardo Reyes de donde se "escapó" para participar en la decena trágica. Es por esto que ahora luce un poco vacía aunque se conservan en las esquinas de la cúpula los cuatro evangelistas.

También está la pila donde se supone que bautizaron a Juan Diego y por supuesto, la imagen de Santiago Mataindios en una de las entradas laterales, cuando la ví no pude más que pensar que me recordaba a otra imágen (¿recuerdan que al principio dije que la entrada sería caótica?) una que está en el templo de San Bernardino de Siena, en Xochimilco, no es de extrañarse ya que ésta también fue construida por los franciscanos desde 1530 hasta 1600 y aún cuenta con un retablo que data del siglo XVI y que ha sido comparado en belleza al del convento de Huejotzingo y tiene pinturas de... claro... de Echave Orio (padre e hijo) ésta merece también su propia entrada, terminaré con las dos imágenes, la de Santiago Mataindios y la de Bernardino de Siena.

San Bernardino de Siena

Santiago Mataindios