Este monumento es uno de los más conocidos de la ciudad de México, la dirección del proyecto estuvo a cargo del arquitecto Antonio Rivas Mercado que participó, entre otras cosas, en el teatro Juárez en Guanajuato, el actual museo de cera y su casa ubicada en la calle de Héroes #45, en la colonia guerrero, la cual está siendo remodelada y vale la pena ser visitada, relativamente cerca del metro Hidalgo, bueno pero regresando al tema de la columna, las estatuas fueron realizadas por el italiano Enrique Alciati y también son italianas pues fueron vaciadas en bronce en Florencia.
Hay que resaltar la difícil cimentación que la obra requirió, pues al principio estaba formada por una plataforma de tres capas de viguetas de acero superpuestas y recubiertas con concreto pero en algún momento de la construcción vieron que la columna estaba cediendo y tuvieron que rehacerla ahora con una mejor cimentación que constaba de 5000 pilotes de madera, ésta quedó tan bien hecha que la ciudad se hunde alrededor del monumento por lo cual se debe añadir un escalón en promedio cada 5 años y medio.
La Columna en varias ocasiones ha sido remodelada, y más aún, cuando en 1957, un terremoto azotó a la ciudad de México y el Angel cayó por completo de su columna. La cabeza del ángel original aún puede contemplarse por ahora en el Museo de Arte Popular, la tomaron prestada del archivo histórico del Distrito Federal.
Pero lo que me llevó a éste monumento tan conocido es el hecho de que puede subirse hasta la parte superior de la columna los sábados y domingos, de 9 a 1 y además es gratuito.
Uno sólo tiene que formarse, anotarse en una lista y dejar una identificación. Sube un grupo cada 15 minutos en promedio y éstos son de 15 personas. Recomiendo que vayan mentalizando que son algo así como 200 escalones y que se sube por una escalera de caracol bastante estrecha por lo que no se puede ver cuánto falta para llegar, puede ser un poco claustrofóbico pero vale la pena pues posee una vista espectacular tanto de Reforma como del castillo de Chapultepec.
Así es, una joyita reteconocida que puede verse desde otro punto de vista muy cerca de usted.
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